sábado, 12 de enero de 2013

Abandono

Aún no tengo estadísticas, igual todavía es pronto. El caso es que todavía no sabemos cuántos animalitos ya han sido abandonados o lo serán en los próximos días víctimas de un impulso no controlado por regalar una mascota en Navidad.

Ni que decir tiene que desde este blog, desde las asociaciones protectoras y otros medios estamos hartos de repetir que un animal no es un peluche, que requiere cuidados, atenciones, amor... y sobre todo, que tiene dignidad. NO SON OBJETOS.

Me toca mucho este tema. Estoy algo enfadada, no voy a negarlo... Pero se me pasará... Cuando alguien se lleva de mi casa a un animalito rescatado me gusta advertir lo que implica. Es fácil, facilísimo, enamorarse de un gatito pequeño, suavecito y peluchón con unos ojazos enormes... pero ese bicho va a necesitar mucho de nosotros. Comida, veterinario, arena, cuidados...

En éstos días ha vuelto a mis manos Salem, la gatita que estuve criando y que podéis ver en otro post de este blog. Después de dos meses en su nueva casa, cuando presumiblemente ya se había adaptado y encariñado a su nueva familia, ha vuelto conmigo. Ellos no se han terminado de acostumbrar a tenerla en casa y me la han devuelto. Afortunadamente creo que recuerda sus días aquí, porque se ha reacostumbrado a esta casa y a sus habitantes de una forma espectacular. Va y viene tranquila, me sigue y se tumba a mi lado... bueno, al menos la veo feliz...

No hay comentarios:

Publicar un comentario