lunes, 16 de enero de 2012

Toxoplasmosis y embarazo

Muchas mujeres embarazadas se preguntan sobre este tema ¿qué hago con mi gato estando embarazada?
El miedo a la toxoplasmosis está muy extendido entre las mujeres que esperan un hijo, y la consecuencia es que cientos de gatos son abandonados por esta causa.

Hoy quiero tranquilizar a todas aquellas madres que sienten esta angustia, simplemente, porque no hay razón para tenerla.

La Toxoplasmosis es una enfermedad que se transmite a través de un parásito, que, entre otros animales, lo pueden transmitir los gatos. Es una enfermedad gravísima durante los primeros meses de gestación que incluso puede provocar un aborto.

Dicho esto, hay que tener en cuenta que contagisarse de esta enfermedad a través de los gatos es muy muy difícil teniendo unas mínimas precauciones higiénicas.

Cuando me quedé embarazada de mi hijo mayor acababa de adoptar a mi gato. Hacía sólo tres meses que había sufrido una de las peores experiencias: Había sufrido un aborto por un embarazo extrauterino, me habían extirpado una trompa de falopio y estaba convencida de que mis posibilidades de quedar embarazada otra vez eran mucho menores. pero de pronto ¡Zas! ahí estaba David creciendo dentro de mí... y Gato...¿qué debía hacer? me aterraba la posibilidad de tener problemas en mi embarazo a causa del minino... Pues bien, primero pregunté a mi veterinaria y después a mi ginecólogo, y para mi sorpresa ambos coincidían absolutamente. No había ningún peligro por tener a mi bicho en casa.

Lo primero fue hacerme unos análisis para ver si yo ya había tenido contacto con la enfermedad, en cuyo caso, podía olvidarme del tema, pero no. A pesar de haber convivido toda mi vida con gatos jamás había tenido contacto con la enfermedad, mis análisis daban negativo.

Mi ginecólogo me explicó que el contagio a través de los gatos es altamente improbable hoy en día. Con un gato casero alimentado con piensos o latitas y no con hígado de pollo o carnes crudas es... virtualmente imposible.

Pero mi gato salía de casa, cazaba y vete tú a saber lo que comía por el campo... Pues bien, ni siquiera en ese caso tenía que hacerle padecer las consecuencias de mis miedos.

Para ser claros, el gato transmite la enfermedad a través de las heces, siempre y cuando él mismo la esté pasando por primera vez en esos momentos. la única forma de contagiarse a través de un gato es tomar contacto con las heces infectadas y después llevarse las manos a la boca sin haberlas lavado... Coincidiréis conmigo que esta no suele ser una práctica habitual jejejeje

Si se quieren extremar las precauciones, lo mejor es que durante la época del embarazo, la mujer gestante no limpie el cajón de arena, pero si no existe esta posibilidad, lo mejor es que lo haga con guantes, de forma diaria (el parásito necesita 24 horas en las heces para "activarse") y lavarse bien las manos después de realizar esta tarea. Llegado este `punto, reitero la conveniencia de CatGenie, ya que al ser autolimpiable (puede programarse incluso para que haga un ciclo de lavado después de cada uso por el gato) ya que al evitar por completo cualquier contacto con las heces del animal evita del todo el riesgo.

Tened en cuenta que es infinitamente más probable contagiarse comiendo embutido, jamón carne poco hecha e incluso ensaladas, frutas y verduras crudas sin cocinar y que no estén perfectamente lavadas (yo recomiendo incluso utilizar pastillas o líquidos esterilizadores de biberones...)

Por eso, antes de echar de tu casa a tu amigo, piénsatelo dos veces, es más arriesgado tomarse una ensalada en un restaurante que darle un hogar estable a tu gatito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario